miércoles, 20 de mayo de 2009

Semana del Consumo Responsable

LÁMPARAS DE BAJO CONSUMO (LFC). Mito n°1: No hay que usarlas porque contienen mercurio, un elemento peligroso para la salud. Según la revista Chemistry World, una lámpara contiene algo más de cinco miligramos de mercurio, cantidad sumamente inferior a los tres gramos que puede contener un termómetro de los que se usan todavía en muchos hogares. Si bien la exposición al mercurio no es aconsejable para nadie, en caso de que una LFC se rompa en casa, al contener tan poca cantidad de este metal, no supondrá un problema para la salud.
En caso de que una LFC se rompa, el ministerio británico de medio ambiente y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) recomiendan tomar las siguientes precauciones: Evacuar a las personas de la habitación durante un cuarto de hora como mínimo y ventilar dicha estancia; No emplear una aspiradora automática para recoger los restos y hay que evitar inhalar el polvo; Usar guantes para recoger los restos de la lámpara, y cómo se trata de un producto tóxico, se debería trasladar, en una bolsa o dos selladas adecuadamente, a un punto limpio del municipio dónde se encargarán de su reciclaje.


Para más información:

http://www.defra.gov.uk/environment/business/products/lightbulbs.htm

http://www.rsc.org/chemistryworld/News/2008/January/07010803.asp

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